Sus padres le llamaron Roald en homenaje a Roald Amundsen, que era un héroe nacional en Noruega por ser el primero en llegar al Polo Sur.

 

En 1923, con tan solo 7 años empezó a interesarse por la escritura y comenzó a escribir su propio diario que escondía en un árbol para que sus hermanas no lo leyeran.

 

Le escribía a su familia todas las semana, contándoles acerca del internado, un hábito que mantuvo toda su vida.

 

Una de sus hijas se llamaba Olivia Twenty porque cuando fue a verla al hospital llevaba en el bolsillo 20 libras.

 

Theo, hijo de Roald Dahl, sufrió un grave accidente de carretera que le causó daños en el cerebro cuando sólo tenía tres años. Dahl pasó muchos meses trabajando en una válvula especial que servía para sacar líquidos de la cabeza de su hijo y permitía a éste vivir con normalidad, sin tener que permanecer conectado a una máquina.Siguiendo su estela sus herederos han creado la Roald Dahl’s Marvellous Children’s Carity para ayudar mejorar la vida de los niños enfermos del Reino Unido especialmente los que tienen enfermedades raras o no tienen recursos.

 

Fue amigo de Ian Fleming el creador del personaje de James Bond al que conoció durante la guerra. Colaboró como guionista en algunas de sus películas. Incluso escribió el guión de Chitty Chitty Bang Bang basándose en una de las obras de su amigo.

 

Roald Dahl creó la mayoría de sus relatos en “la cabaña de escribir”, una pequeña casita que construyó en su jardín.

 

Siempre escribía sus historias sobre una pieza de cartón cubierta de fieltro verde y en un sillón adaptado  para aliviar sus dolores de espalda.

 

A su tumba se llega guiado por las huellas del gran gigante bonachón.